24 ene 2013

El déficit de pensiones de British Airways pone en peligro a Iberia, según una consultora

Un contundente informe elaborado por la consultora especializada en pensiones Destiny, con el que cuentan los propios consejeros de la aerolínea, alerta sobre la exposición de Iberia al déficit de pensiones de su socia, British Airways (BA), que en el momento de la fusión —en el año 2010— suponía el 603% del valor en Bolsa de la británica (FTSE).
Aunque uno de los compromisos de la fusión era reducir dicho déficit de manera progresiva desde los 4.500 millones de euros de partida, el agujero de las pensiones hoy supone un 562% para el holding en el que también figura Iberia, al superar los 5.000 millones de euros, pese a las aportaciones ya realizadas de unos 762 millones de euros. «Es decir, el peso de las pensiones sigue siendo enorme, y casi invariable, aún en relación con la empresa conjunta surgida de la fusión», explica el texto, que alerta de un «riesgo financiero muy significativo» para el grupo.
El informe fechado el pasado 13 de enero, que fue encargado por el fondo mutual de los trabajadores de Iberia, advierte de que, dada la potestad del regulador británico para obligar al grupo IAG (y no únicamente a BA) a cubrir los desequilibrios en el sistema de pensiones, la compañía española se podría ver seriamente perjudicada. «Hasta ahora este riesgo ha estado limitado, pero en el futuro, si se reparten dividendos y se absorben las actividades de Iberia, la muralla protectora tenderá a desaparecer» y, por tanto, «se estará primando en el futuro a la compañía más estructuralmente insegura del grupo y lo que quede de Iberia estará más vinculado a garantizar el enorme agujero presente y futuro de las pensiones de BA».

Iberia, problema «menor»

Para la consultora, que define a la británica como «un gran fondo de pensiones» o «una compañía de seguros de jubilación que tiene asociada una aerolínea», los resultados de Iberia en 2011, que se emplean para «justificar» su severo plan de ajuste (que incluían inicialmente un recorte de plantilla de unos 4.500 trabajadores), poseen un «carácter coyuntural y menor comparados con el tema de las pensiones».
Es decir, que por encima de la situación de la aerolínea española, que presentó entre enero y septiembre del año pasado pérdidas operativas por importe de 263 millones de euros, son los «avatares» de los planes de pensiones de la británica los que resultan «un elemento determinante y singular, no sectorial, para la supervivencia de la compañía, incluso la fusionada».
De hecho, IAG muestra aún uno de los mayores niveles de obligaciones y provisiones por pensiones en comparación con su valor de capitalización bursátil. Según el análisis, con el mencionado 562%, la fusionada dobla a otras compañías británicas situadas en la zona más alta de la tabla, como BT (250%), BAE Systems (247%) o Royal Bank of Scotland (207%). El analista, Jon A. Aldecoa, atribuye este fenómeno a los factores históricos y estructurales de la compañía. «Su origen está en las generosas pensiones laborales del sector público británico, acompañadas por unos niveles salariales propios de la aviación».
La firma acusa a la aerolínea de «ignorar la grave evolución de su déficit» en las cuentas desde 2011, lo que alimenta la «sospecha» de que «existen datos negativos en materia de pensiones que se están posponiendo». Además, la situación se podría agravar porque la nueva normativa contable del Reino Unido, que se implantará este año, obligará a BA —y, por lo tanto, a la sociedad matriz—a reflejar en su cuenta de resultados un impacto de 2.100 millones de libras (casi 2.500 millones de euros) que hoy permanecían como «déficit de pensiones no reconocido».

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