2 feb 2013

IBERIA: ChantajeVueling

El tiempo se agota y sigue sin llegarse a ningún acuerdo. Las negociaciones que desde hace dos meses mantiene la dirección de Iberia con los representantes de los trabajadores están dando sus últimos coletazos.
Las reuniones que mantuvo ayer la aerolínea tanto con los sindicatos de los trabajadores de tierra y cabina (TCP), por un lado, como con el de los pilotos (Sepla), por otro, terminaron con un sabor más agrio que dulce.
Los primeros salieron de la reunión acusando a la compañía de chantaje y anunciando movilizaciones, mientras que los segundos aseguraron a la dirección de la aerolínea que iban a mirar la propuesta.
Ésta, básicamente, se resumen en rebajar en un 30% los 4.500 despidos inicialmente previstos, hasta dejarlos en 3.147, y en una reducción salarial menor, pasando a ser el 11% para los trabajadores de tierra y el 23% para TCP y pilotos, frente a una reducción inicial que oscilaba entre el 25% y el 35% para toda la plantilla.

Además, la aerolínea puso sobre la mesa la posibilidad de dejar de hacer vuelos en código compartido con Vueling desde Madrid.
Sin embargo, a lo que no está dispueta a renunciar IAG, hólding que controla Iberia y British Airways y que tiene prácticamente la última palabra en estas negociaciones, es a llevar a cabo sus planes de expansión en la aerolínea catalana.
Y éstos pasan por ir dándole más alas concediéndole rutas que actualmente operan tanto la compañía británica como la española.
Con este movimiento, el grupo confía en rebajar considerablemente la factura de sus vuelos en Europa (y en consecuencia los totales de IAG) y poder competir con compañías low cost como Ryanair e EasyJet.
Aunque entonces se especuló con la posibilidad de que esta operación tuviera como objetivo fusionar la empresa catalana con Iberia Express, la filial de bajo coste de Iberia, la realidad es que los planes de IAG siempre han sido que tuviera personalidad propia y fuera asumiendo cada vez más protagonismo.
No obstante, y aunque se mantenga inamovible en sus planes, el hólding es consciente de la importancia de llegar a un acuerdo con los trabajadores, sobre todo, para evitar tensiones sociales y políticas.
De ahí que esté dispuesto a quemar hasta el último cartucho para conseguir alcanzar el máximo consenso posible. "Estamos dando ya los últimos coletazos, estamos en un tira y afloja último muy complicado", reconocen fuentes empresariales.
Sin embargo, este deseo de consenso no exime de que IAG esté dispuesta a llevar a cabo sus planes con mano firme. De hecho, uno de los motivos que esgrimieron ayer los sindicatos para anunciar las movilizaciones era la postura de manu militari de la aerolínea, a la que acusan de estar actuando en defensa de los intereses británicos.
El mar de fondo que hay es la negativa de IAG a modificar su deseo de implantar cuanto antes el Plan de Transformación que tiene en mente y que pasa por ir reconvirtiendo a la compañía desde una estructura de elevados costes hacia otra más en línea con las low cost. Y aquí, Vueling es una piedra angular.
De hecho, según filtraron ayer los representantes de los trabajadores, Iberia rechazó conceder una prórroga a las negociaciones, en línea con la postura defendida por el hólding.
Hoy está previsto que IAG celebre un consejo extraordinario en el que podría dar un golpe definitivo en la mesa para iniciar, con o sin acuerdo, la transformación del grupo.
http://noticias.lainformacion.com/economia-negocios-y-finanzas/transporte-aereo/iag-condiciona-el-ere-de-iberia-a-lograr-sus-objetivos-en-vueling_xebNGMCTMmHtHKrddo66M3/

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