26 mar 2014

Comunicación de masas, marchas de la dignidad y represión policial

El 28 de Febrero salieron los primeros marchantes dirección Madrid. O tal vez no, porque si echamos un vistazo a los periódicos de masas, no podremos encontrar ninguna referencia, y como lo que no se ve no existe, en realidad nadie salió de sus pueblos y ciudades. Por tanto, casi un mes después aparecieron en Madrid marchas de miles de personas salidas de la nada, sorprendentemente.
Tampoco tiremos cohetes si vemos alguna foto aérea que equipare los manifestantes de alguna manifestación convocada por la Conferencia Episcopal de 1.500.000 de asistentes con la de ayer, porque como bien se hace eco El País de las cifras de Delegación de Gobierno, fueron 36.000 personas. Según Coop57, las marchas ocuparon un mínimo de 45 hectáreas, que a razón de 2,6 personas por metro cuadrado, son 1.150.000 personas.

Poniéndonos serios, es muy cuestionable la metodología de ciertos periódicos que rebajan la cifra de manifestantes de una forma más propia del esperpento de Valle-Inclán, a veces con cifras más bajas que la propia Delegación de Gobierno, su única fuente. En una noticia de La Razón (1) recoge declaraciones de Cristina Cifuentes y del Secretario General de la Conferederación de Policía, pero ninguna de los manifestantes y por tanto, dando una visión parcial.
En las ediciones de los periódicos de los medios de masas aparecían dos modelos: mantener la invisibilización o criminalizar el movimiento al dar una visión parcial y sesgada de los acontecimientos, acompañadas de imágenes descontextualizadas. Todos los periódicos de Vocento optaron por la primera opción, salvo el ABC, que incluye en la portada el titular “la izquierda radical provoca en Madrid los altercados más graves de la legislatura”. Aún así, su dirección editorial ha considerado que una declaración del entrenador del Real Madrid (imagen de portada) es más importante que una multitudinaria protesta.
Ninguno de estos medios considera de relevancia que las cargas se produjesen a las 20:30, mientras seguía legalizada la manifestación y el acto final estaba siendo realizado. Mientras el coro Solfónica estaba cantando se escuchaba de fondo los tiros que efectuaban los policías. A la par que desde el palco se pidió la retirada de los antidisturbios, los oyentes mostraban una actitud pacífica con “estas son nuestras armas”. La cámara de RT lo grabó (3).
El País (4), indica que hubo intentos de realizar una acampada sin éxito, dando a entender que fue por la escasa inciativa de las marchas y no por las cargas policiales que arrasaron la concurrida zona de Recoletos. Además, es de resaltar el párrafo “La estrategia de Cañada es un buen ejemplo de la gordillización de la izquierda del sur: el recurso a acciones de resistencia civil para hacer política fuera de los canales parlamentarios.” ¿Realizar resistencia civil es un invento de Gordillo? ¿Sólo lo hace “la izquierda del sur”? ¿No hay política fuera del Parlamento?
Si tomamos El Mundo, periódico que hoy publica un artículo de opinión de Cifuentes (5), considera de relevancia las declaraciones de Jorge Fernández Díaz, ministro del interior, condenando las agresiones a los policías, pero no incluye ninguna declaración de los heridos por la policía o de los convocantes de la manifestación. Tampoco se cuestiona la labor de los policías de “secreta” que ya protagonizaron gran violencia en el Rodea el Congreso.
La policía disparó pelotas de goma y lanzó gases lacrimógenos ATL-1, algo inaudito, pero estos periodistas no se debieron enterar. Tal vez fue porque estaban evitando ser agredidos por la policía, práctica común entre la UIP y escasamente denunciada (6).
Gracias a la labor de estos periodistas, a pie de calle buscando los hechos, pudieron salir a luz imágenes que los periódicos diarios no sacaron. Al día siguiente supimos que tres fotoperiodistas habían sido agredidos. Tristan Meyer, cámara de La Tuerka, nos ha dejado estas simbólicas imágenes de la UIP cargando contra la pancarta que rezaba “No Pasarán”. Una imagen no vale más que mil palabras, pero a veces no hace falta añadir más.
El lenguaje utilizado nunca es neutral. Medios como el ABC se refieren a los manifestantes como “antisistema” con la carga negativa que lleva asociada en el imaginario colectivo. Prueba de ello es su minuto a minuto (7). La Razón encabeza otra noticia con “radicales” (8).
Un ejercicio muy interesante es comparar el tratamiento informativo de los altercados dentro de España con los internacionales. Mientras en Ucrania hay protestas legítimas y populares, en Venezuela el régimen dictatorial oprime sin piedad a su pueblo. El problema es que el partido que gobierna en Kiev, Svoboda, es claramente fascista y que en Venezuela las revueltas son en defensa de los ricos, como dice Mark Weisbrot para The Guardian (9). Pero eso no aparece en los grandes medios españoles.
No es de extrañar que en la asamblea de la mañana siguiente muchas intervenciones fueran dedicadas a los mass media. “En el día de las marchas de la dignidad, los medios fueron indignos”, se dijo una de ellas.
http://tercerainformacion.es/spip.php?article66004

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